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e-PANDÍN

INVITACIÓN: Día de l@s niñ@s en Pandín (online)


EL NIÑO DE TU CORAZÓN

por Eduardo Casas

Hablar de la niñez es pronunciar de lo que alguna vez fuimos. Muchos añoran la infancia como una etapa privilegiada de la historia personal; unos conservan memorias vívidas a pesar de los años transcurridos; otros apenas tienen evocaciones que se pierden entre vagas reminiscencias. Algunos se esfuerzan por no idealizar los primeros años de su vida porque no siempre han gozado de aquello que es deseable esperar para todo niño. Por muchas razones –personales, familiares, o sociales- también la niñez, como cualquier otro ciclo humano, puede ser una etapa dura.


Lo cierto es que, más allá de las condiciones en las que se ha vivido la propia niñez, ésta se caracteriza, más que cualquier otra etapa subsiguiente, por la “ley del crecimiento continuo”. En la niñez nos desarrollamos alrededor del 70% de lo que creceremos en el resto de la vida. Como afirma la psicología, la psiquiatría, la psicopedagogía y otras disciplinas afines, la infancia es como la “matriz extra uterina” que nos contiene y en la que nos desenvolvemos los primeros años de existencia. Es como la cera maleable en donde se imprimen, como sellos, las impresiones que quedarán en la profundidad de nuestra psiquis. Resulta como el rompecabezas donde se van articulando las diversas piezas que irán construyendo nuestra identidad y el perfil de nuestra personalidad.


De todas las etapas humanas, la infancia es la más determinante de todo el proceso posterior de la vida. Crecemos biológica, psicológica y afectivamente, un gran porcentaje de nuestro ulterior desarrollo.


En la niñez nos abocamos a la gran tarea del descubrimiento y la exploración de la realidad y de la vida que nos rodean. Nos autoconocemos permanentemente y comenzamos la socialización con otras personas, insertándonos en una familia y en el circuito de otras relaciones.


Nosotros ya no somos niños. Sin embargo, alguna vez lo hemos sido. Cuando recordamos la niñez y evocamos al niño que fuimos podemos sentir diversas emociones: Alegría, nostalgia, agradecimiento o quizás, también, por qué no, otras sensaciones no tan positivas.


Cuando te conectas con el niño que fuiste, el que lleva tu nombre y tu historia, ¿qué imagen es la que viene?; ¿cuál es el retrato en el que te ves y te reconoces a ti mismo?; ¿qué lugares recuerdas?; ¿qué olores te son familiares?; ¿qué paisajes se dibujan?; ¿qué voces escuchas?; ¿qué anécdotas recuerdas?...

INVITACIÓN


Comunidad Pandin:


Brindemos a nuestros niños días, horas, minutos inolvidables… con mucho cariño les hemos organizado este festejo online para construir junto con ustedes magia este 30 de Abril del 2020, ¡nuevamente muchas gracias por confiar en nosotros!


Todas las misses de Pandín les agradecemos a sus pequeños la energía que nos brindan a distancia para seguir haciendo lo mejor por ustedes.



Programa de actividades

Semana del 27 al 30 de Abril





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